Guardia 2º Antonio Moreno Rayo
Orden 31 de marzo de 1944
D.O. Ministerio de la Guerra núm. 80 de 6 de abril de 1944

El 18 y 19 de julio de 1936 cuatro guardias civiles de guarnición en el puesto de Caravia (Asturias), obedeciendo órdenes del Coronel Aranda, y al igual que la mayoría de sus compañeros de la Comandancia provincial, abandonaron el cuartel y se concentraron en Oviedo; pero el quinto integrante del puesto, Antonio Moreno Rayo, que era Guardia Segundo, no pudo viajar con ellos pues se encontraba enfermo.
El día 24 de julio se presentaron tres miembros del Comité de Guerra para que se les entregara el edificio, pero ante la negativa del citado guardia, a las tres de la tarde acuden al lugar unos camiones con milicianos procedentes de Ribadesella. Antonio Moreno persistió en su determinación e incluso resistió él solo a refuerzos venidos de Sama y Ribadesella que llegaron a emplazar una ametralladora delante del cuartel y a lanzar a este cargas de dinamita. Al final, Moreno cayó desvanecido por la fiebre y la fatiga, fue apresado y cinco días después fusilado tras una especie de juicio sumarísimo (en 1937 parece que no se conocía el lugar donde reposaba su cadáver). Según García, la resistencia duró del 19 al 24, pero Pérez Valle escribe que desde el 22 al 26, disparó contra todo aquel que se acercaba al puesto, hasta que el comité de Ribadesella envió a un grupo de hombres que le dieron muerte (página 187)
Fuente:
-García Martínez, Guillermo: Los defensores del cerco de Oviedo, 19-7-36 / 17-10-1936. 1994.
- J. M.: La épica defensa de un guardia civil, El Oriente de Asturias, en un número, diciembre de
1937.
El día 24 de julio se presentaron tres miembros del Comité de Guerra para que se les entregara el edificio, pero ante la negativa del citado guardia, a las tres de la tarde acuden al lugar unos camiones con milicianos procedentes de Ribadesella. Antonio Moreno persistió en su determinación e incluso resistió él solo a refuerzos venidos de Sama y Ribadesella que llegaron a emplazar una ametralladora delante del cuartel y a lanzar a este cargas de dinamita. Al final, Moreno cayó desvanecido por la fiebre y la fatiga, fue apresado y cinco días después fusilado tras una especie de juicio sumarísimo (en 1937 parece que no se conocía el lugar donde reposaba su cadáver). Según García, la resistencia duró del 19 al 24, pero Pérez Valle escribe que desde el 22 al 26, disparó contra todo aquel que se acercaba al puesto, hasta que el comité de Ribadesella envió a un grupo de hombres que le dieron muerte (página 187)
Fuente:
-García Martínez, Guillermo: Los defensores del cerco de Oviedo, 19-7-36 / 17-10-1936. 1994.
- J. M.: La épica defensa de un guardia civil, El Oriente de Asturias, en un número, diciembre de
1937.